Esta última pieza que cierra el ciclo de la «Suite eleusina» con el número VII, describe musicalmente, a modo de conclusión general, el estado de purificación posterior a la experiencia extrema de muerte-resurrección, o sea, de inmersión místico-simbólica en el misterio de la naturaleza y su eterno ciclo de creación-destrucción.
La pieza está construída con medios exclusivamente electrónicos. El vídeo, editado por P. Linde, está hecho a partir de fotografías digitales del propio autor, mas una escena de vídeo anónimo, manipulada para la ocasión.