“Manifiesto Molinetti” es una pieza sonora, ahora editada en vídeo, creada como homenaje a tres personajes vinculados por su desempeño musical y por su apellido: Miguel de Molina, Antonio Molina, y Miguel Molina Alarcón, los dos primeros, icónicos cantantes de los años 50 y 60, y el tercero de ellos, catedrático de Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia e infatigable investigador musical especializado en las vanguardias.
La obra está compuesta con la técnica de collage a partir de múltiples fragmentos relacionados con el objeto de estudio preferente de Miguel Molina Alarcón, con fragmentos canoros de los Molina cantantes, modificados y superpuestos, mas aportaciones sonoras propias (sintetizadores y samples diversos).
Teniendo en cuenta que el principal objeto de estudio de Miguel Molina Alarcón son las vanguardias musicales y artísticas de las primeras décadas del pasado siglo, y muy especialmente la investigación de los inventos e innovaciones sonoras de Juan García Castillejo, la paleta sonora seleccionada para dar forma a este proyecto ilustra un paisaje sonoro que se inicia con el ambiente de locura caliginosa de un Gómez de la Serna y sus lisérgicas galleras. A ello se suman las voces de los dos emblemáticos cantaores de coplas que comparten apellido Molina, y que representan las dos caras de la difusión musical popular en la España de posguerra: la exitosa por virtuosística en sus almibarados y barrocos melismas canoros de Antonio Molina, asimilado por el régimen y el gusto popular, y la cara B representada por Miguel de Molina, voz de dramáticos tintes que refleja la amargura de la exclusión, la persecución y el exilio forzoso.
El Electrocompositor del cura Castillejo no podía dejar de estar presente, sirviendo como modelo procesual en el propio procedimiento compositivo, y también concretamente a través de un triteclado creado al efecto para esta obra. Fragmentos de la “Ur Sonate” de Switters puntúan diferentes momentos de la pieza con su dadaística incisión junto a las algaradas del monólogo “La mano”, del citado Gómez de la Serna. A ello hay que sumarle las sinuosidades sónicas del Theremín, tan en boga en la época, junto a algunos fragmentos de publicidad que circulaban por la radio; intervenciones ruidistas y máquinas de escribir de resonancia surrealista así como otros objetos sonoros encontrados, completan este delirante palimsesto que pretende ser una píldora concentrada con el sabor agridulce de una época pasada que, sin embargo, sigue nutriendo a la nuestra con tan especiados nutrientes.
Pedro Linde, Málaga 2020.